Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”
Nos encontramos en el último paraje de meditación antes de introducirnos a las celebraciones tradicionales de finalización de la cuaresma, en el marco de la Semana Santa, para vivir el Sagrado Triduo Pascual, la fiesta de la Vida en Jesús.
SE nos presenta hoy la escena de la mujer adúltera que es perdonada y exenta del castigo “merecido” por Jesús, al cuestionar a todos los que la juzgaban con la frase “El que esté sin pecado, que lance la primera piedra”, ante lo cual todos quedaron desarmados.
En la vida podemos estar, en muchas ocasiones, en ambas situaciones: nos suelen hacer acusaciones y todos quisieran “acabar” con nosotros, pero también podemos ser los “victimarios” o acusadores sobre alguien que tiene las mismas limitaciones o dificultades nuestras, lo que nos debe llevar a ser MISERICORDIOSOS y a no atenernos únicamente a lo que nos convenga.
PIDAMOS A DIOS QUE EN ESTA SEMANA, EN LA QUE SALIMOS A COMPARTIR CON NUESTRAS FAMILIAS LA PASCUA, NOS AYUDE A SER TRANSPARENTES COMO JESÚS Y A NO TENER DOBLEZ, MENTIRA Y FALSEDAD EN LO QUE HACEMOS Y LO QUE DECIMOS. AMÉN.
PASTORAL COLEGIO PARROQUIAL SAN JOSE DE FONTIBÓN
domingo, 21 de marzo de 2010
jueves, 18 de marzo de 2010
lunes, 15 de marzo de 2010
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Aunque podemos tener una idea general de qué es la doctrina social católica, a menudo resulta más simple eliminar las nociones falsas comenzando con lo que no es.
La Iglesia deja claro que su doctrina social no es una «tercera vía», un camino intermedio entre el capitalismo y el socialismo. No tiene nada que ver con una agenda económica o política, y no es un «sistema». Aunque, por ejemplo, ofrezca una crítica del socialismo y el capitalismo, no propone un sistema alternativo. No es una propuesta técnica para solucionar los problemas prácticos, sino más bien una doctrina moral, que surge del concepto cristiano de hombre y de su vocación al amor y a la vida eterna. Es una categoría propia.
La doctrina social católica no es una utopía, en el sentido de un proyecto social imposible de alcanzar. No se propone describir un paraíso en la tierra en el que la humanidad pueda alcanzar la perfección.
Es un conjunto de principios, criterios y directrices de acción, con el objeto de interpretar las realidades sociales, culturales, económicas y políticas, determinando su conformidad o inconformidad con las enseñanzas del Evangelio sobre la persona humana y su vocación terrenal y trascendente.A pesar de todo esto, la doctrina social católica se enfrenta seriamente con las realidades y estructuras existentes, y los desafíos de la humanidad para buscar soluciones a las situaciones sociales, políticas y económicas, dignas de la dignidad humana, de manera que se cree un sano grado de tensión entre las realidades temporales que encontramos y el ideal del Evangelio.
Las enseñanzas sociales católicas no son una doctrina estática y fijada, sino una aplicación dinámica de la enseñanza de Cristo para cambiar las realidades y circunstancias de las sociedades y culturas humanas. Por supuesto, los principios fundamentales no cambian, porque están profundamente enraizados en la naturaleza humana. Pero sus aplicaciones y juicios contingentes se adaptan a las nuevas circunstancias históricas según los tiempos y lugares.
La doctrina social católica pertenece al marco de la teología y especialmente de la teología moral.
Según las palabras del magisterio, es la formulación exacta de los resultados de la cuidadosa meditación de las complejas realidades de la existencia humana, en sociedad, y en un contexto internacional, a la luz de la fe y de la tradición viva de la Iglesia.
Conjunto de orientaciones, doctrinas y criterios de acción que tienen su fuente en la Sagrada Escritura, en la enseñanza de los Padres y grandes teólogos de la Iglesia y en el magisterio, especialmente de los últimos papas.
Es cierto que la Iglesia, desde sus comienzos, cuenta con una doctrina social que se puede resumir en la necesidad de atender prioritariamente a los más necesitados, es lo que hoy se denomina la “opción preferencial por los pobres”. Sin embargo, cuando hablamos de doctrina social de la Iglesia nos referimos al cuerpo de doctrina originada de la Iglesia a raíz de los cambios profundos ocurridos en la sociedad desde el siglo XVIII hasta nuestros días.
Un principio fundamental en el cual se basa la doctrina social, es la dignidad, ésta se basa en el hecho de que la persona ha sido creada a imagen y semejanza de Dios, lo más importante es que es un ser libre, por ello, la Iglesia denuncia todas las injusticias sociales que sufre la persona.
La doctrina social de la Iglesia tiene unas fuentes de apoyo, que son; la sagrada escritura y las enseñanzas de los santos Padres y teólogos de la Iglesia. Su fundamento y objeto es la dignidad de la persona. El sujeto de dicha doctrina es la comunidad cristiana. Refleja a la persona como ser social. Su finalidad es servir a la persona y a la sociedad mediante la liberación cristiana (en su perspectiva terrena y trascendente, es decir, no se puede experimentar, porque lo terreno es lo duradero y lo trascendente lo inmortal). Todo ello se basa en una metodología; ver, juzgar y actuar.
La iglesia al respecto: anuncia, denuncia y coopera.
La Iglesia deja claro que su doctrina social no es una «tercera vía», un camino intermedio entre el capitalismo y el socialismo. No tiene nada que ver con una agenda económica o política, y no es un «sistema». Aunque, por ejemplo, ofrezca una crítica del socialismo y el capitalismo, no propone un sistema alternativo. No es una propuesta técnica para solucionar los problemas prácticos, sino más bien una doctrina moral, que surge del concepto cristiano de hombre y de su vocación al amor y a la vida eterna. Es una categoría propia.
La doctrina social católica no es una utopía, en el sentido de un proyecto social imposible de alcanzar. No se propone describir un paraíso en la tierra en el que la humanidad pueda alcanzar la perfección.
Es un conjunto de principios, criterios y directrices de acción, con el objeto de interpretar las realidades sociales, culturales, económicas y políticas, determinando su conformidad o inconformidad con las enseñanzas del Evangelio sobre la persona humana y su vocación terrenal y trascendente.A pesar de todo esto, la doctrina social católica se enfrenta seriamente con las realidades y estructuras existentes, y los desafíos de la humanidad para buscar soluciones a las situaciones sociales, políticas y económicas, dignas de la dignidad humana, de manera que se cree un sano grado de tensión entre las realidades temporales que encontramos y el ideal del Evangelio.
Las enseñanzas sociales católicas no son una doctrina estática y fijada, sino una aplicación dinámica de la enseñanza de Cristo para cambiar las realidades y circunstancias de las sociedades y culturas humanas. Por supuesto, los principios fundamentales no cambian, porque están profundamente enraizados en la naturaleza humana. Pero sus aplicaciones y juicios contingentes se adaptan a las nuevas circunstancias históricas según los tiempos y lugares.
La doctrina social católica pertenece al marco de la teología y especialmente de la teología moral.
Según las palabras del magisterio, es la formulación exacta de los resultados de la cuidadosa meditación de las complejas realidades de la existencia humana, en sociedad, y en un contexto internacional, a la luz de la fe y de la tradición viva de la Iglesia.
Conjunto de orientaciones, doctrinas y criterios de acción que tienen su fuente en la Sagrada Escritura, en la enseñanza de los Padres y grandes teólogos de la Iglesia y en el magisterio, especialmente de los últimos papas.
Es cierto que la Iglesia, desde sus comienzos, cuenta con una doctrina social que se puede resumir en la necesidad de atender prioritariamente a los más necesitados, es lo que hoy se denomina la “opción preferencial por los pobres”. Sin embargo, cuando hablamos de doctrina social de la Iglesia nos referimos al cuerpo de doctrina originada de la Iglesia a raíz de los cambios profundos ocurridos en la sociedad desde el siglo XVIII hasta nuestros días.
Un principio fundamental en el cual se basa la doctrina social, es la dignidad, ésta se basa en el hecho de que la persona ha sido creada a imagen y semejanza de Dios, lo más importante es que es un ser libre, por ello, la Iglesia denuncia todas las injusticias sociales que sufre la persona.
La doctrina social de la Iglesia tiene unas fuentes de apoyo, que son; la sagrada escritura y las enseñanzas de los santos Padres y teólogos de la Iglesia. Su fundamento y objeto es la dignidad de la persona. El sujeto de dicha doctrina es la comunidad cristiana. Refleja a la persona como ser social. Su finalidad es servir a la persona y a la sociedad mediante la liberación cristiana (en su perspectiva terrena y trascendente, es decir, no se puede experimentar, porque lo terreno es lo duradero y lo trascendente lo inmortal). Todo ello se basa en una metodología; ver, juzgar y actuar.
La iglesia al respecto: anuncia, denuncia y coopera.
domingo, 14 de marzo de 2010
JUEGOS "DE VALOR"
EN ESTE LUGAR TAMBIEN PODRÁS SUBIR JUEGOS, ACTIVIDADES Y DEMÁS ELEMENTOS QUE QUIERAS COMPARTIR CON OTRAS PERSONAS QUE INGRESEN AL BLOG.
PASTORAL COLEGIO PARROQUIAL SAN JOSE DE FONTIBÓN
PASTORAL COLEGIO PARROQUIAL SAN JOSE DE FONTIBÓN
PREPARÁNDONOS PARA LA PASCUA
LA FE Y LA FILOSOFIA
EN ESTA PRESENTACIÓN TENEMOS UN RESUMEN SOBRE LA FILOSOFIA MEDIEVAL
PASTORAL COLEGIO PARROQUIAL SAN JOSE DE FONTIBÓN
San José, modelo de obediencia
La obediencia en San José es un modelo para todos nosotros, ya que él permaneció atento al plan de Dios y jamás puso resistencia alguna, o modificó sus acciones para conveniencia personal. SIEMPRE PUSO POR ENCIMA LA VOLUNTAD DE DIOS, REALIZÁNDOLA EN SU PROPIA VIDA. Por esto es ejemplo máximo de esta virtud y valor.
Pidamos entonces a Nuestro Señor, por medio de nuestro poderoso intercesor, que nos fomente en el corazón la decisión firme y segura de hacer siempre su Santa Voluntad en nuestra vida, para así poder llevar “a feliz término” la obra redentora del Padre, iniciada en nosotros desde el Bautismo.
Dios necesita de nuestra colaboración para hacer germinar la paz, la bondad y el amor en el mundo, ¡NO LE DIGAS QUE NO!.
SAN JOSE: RUEGA POR NOSOTROS.
PASTORAL COLEGIO PARROQUIAL SAN JOSE DE FONTIBÓN 2010
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